'Dije en el colegio que si algo le pasaba a Sergio era culpa de ellos'
Alba Reyes denunció discriminación a su hijo Sergio, quien se suicidó. Rectora se defiende.

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Sergio Urrego era estudiante del Colegio Gimnasio Castillo Campestre. |
La decisión de la institución educativa fue no dejar a Sergio entrar a clases hasta que sus padres se presentaran.
Producto del aislamiento, Sergio sufrió una crisis nerviosa que le obliga a ser internado en la Clínica Country. Ese fue el primer día que el joven dijo que se quería morir.
Pero ahí no paró la angustia. El Gimnasio Castillo Campestre le pidió a Sergio una certificación de acompañamiento psicológico para poder recibir clases después de las vacaciones de mitad de año. El joven la presentó, pero para la institución no cumplía con los requerimientos.
Vinieron dos granos de arena más en la tormenta que enfrentaba Sergio. Los padres de su pareja Danilo lo señalaron ante las autoridades de acoso sexual y el colegio denunció a su madre Alba por un supuesto abandono de hogar, pues residía en Cali. (Padre de familia denuncia matoneo a su hija en colegio público)
La angustia de Sergio quedó consignada en tres cartas que escribió antes de lanzarse de la terraza del centro comercial Titán Plaza el pasado 4 de agosto. “Los diferentes problemas que he venido teniendo (los del colegio). Ese es mi detonante”, escribió el joven, según relató su madre.
“Hay normas establecidas de respeto”
También en diálogo con ‘La W Radio’, Amanda Castillo, rectora del Gimnasio Castillo Campestre, puso la cara a los señalamientos de discriminación que ha recibido desde que se hizo público el caso.
“Siempre respetamos la intimidad de los seres humanos, pero nunca hubo presión ni discriminación por ser homosexual”, afirmó luego de reconocer que le prohibieron a Sergio y Danilo demostraciones de afecto en la institución.
“Hay unas normas establecidas de respeto, ni dentro del colegio ni fuera del colegio pueden hacer demostraciones amorosas, hay un principio de respeto”, agregó.
Castillo explicó también que se exigieron certificados psicológicos porque “estaba preocupada por el estado anímico del chico, por consideración a él y su familia”.