Rescatan al último de los mineros atrapados en mina de Amagá

15.11.2014 18:47

Medicina Legal de Medellín deberá identificar los cuerpos. Solicitan cambiar la cultura minera.

Labores de rescate de los mineros atrapados en mina de Amagá.

El karma de la espera terminó. Después de 17 días y 16 noches los socorristas lograron sacar el último de los mineros que terminaron ahogados –bajo agua y lodo– a 850 metros debajo de la tierra.

La mina ‘la Cancha’ de Amagá, que minutos antes de las 5:00 de ese jueves 30 de octubre, era para ellos su lugar de trabajo se convirtió en una suerte de tumba que los tuvo escondidos semanas enteras.

La noche de este sábado será quizá la menos angustiante para sus familias. Solo queda que Medicina Legal de Medellín los identifique y se los devuelva, para de nuevo ser enterrados juntos en el campo santo del pueblo, donde como otros mineros que han perecido bajo la tierra recibirán el llanto, el dolor, los gritos de desesperanza.

“Hay sentimientos encontrados. Fue un triunfo bastante grande, se presumía que no los pudiéramos rescatar, pero ya hoy cuando lo llevamos en calle de honor hacia Amagá, sentimos un gran alivio, aunque el dolor no se va”, dijo Bairon Castrillón vocero de las familias. 


No hay quien reclamarle justicia, solo extrañarlos en su ausencia. Y lo hicieron saber con pitos, aplausos, llantos y gritos hacia las 7:00 de la noche, cuando en un desfile de honor, precedido por el vehículo de Medicina Legal, despidieron a quien perdió la vida trabajando.

“Fue voluntad de la familia enterrarlos juntos. Los mineros desde que entran al socavón se acompañan hasta el último segundo y hasta el último segundo estos mineros estarán juntos”, expresó con emotividad el alcalde de Amagá, Juan Carlos Amaya.

El rescate del último cuerpo, fue tan difícil como el primero. Aunque lo avistaron hacia el mediodía de este sábado, los organismos de socorro tardaron más de más de cuatro horas en sacarlo. Era el que estaba más abajo, donde el diámetro de la mina hacía más difícil el rescate. Pero lo lograron.

Para el director del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) de Antioquia, Carlos Aristizábal, el incidente fue a la vez una dolorosa experiencia que deja enseñanzas profundas en cuanto a la atención y planeación de futuros rescates en socavones mineros.

“Los primeros dos días fue un trabajo de mejorar las condiciones de la mina: el aire tenían altos niveles de metano y CO2 poco oxígeno, lo que ponía en riesgo la integridad de los socorristas mineros. Luego de esos días se vino la instalación de las motobombas para extraer el agua. Cuando conseguimos eso iniciamos con todo el esfuerzo para encontrar los cuerpos”, recordó.

El primero fue hallado en la madrugada del pasado domingo, después de incansables 10 días de búsqueda. Luego vinieron unos rescates que oscilaban entre 12 y 24 horas, hasta el pasado ciernes cuando lograron rescatar cuatro cuerpos que se encontraban juntos.

El apoyo del Salvamento Minero, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y el apoyo de socorristas mineros de distintos departamentos del país fueron, según Aristizábal, fundamentales para ello, pues durante cada día y noche del operativo trabajaron alrededor de 250 personas.

“Fue un operativo de rescate sin precedentes, hasta el pasado viernes se habían invertido alrededor de 850 millones de pesos. La mayor parte la pagará la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y a otra nosotros”, aseguró.

Necesitamos cambiar la cultura minera

El alcalde Amaya ha sido enfático en pedirle al Gobierno Nacional que le ayude a cambiar la cultura minera de Amagá, que en las últimas tres semanas le ha cobrado la vida a 15 mineros.

“Nuestro municipio tiene que orientarse en una nueva cultura de desarrollo. Sabemos bien que la minería ya nos dio 150 años de subsistencia, pero esa explotación de socavones llevó a una debilidad del terreno que nos ha costado muchas vidas”, dijo.

Por eso iniciará una gestión para generar un nuevo espacio económico, donde la empresa privada, la industria y la agricultura se conviertan en alternativa para quienes ven en el carbón su único medio de subsistencia.

“Sabemos que no podemos cambiar eso de la noche a la mañana, por eso, junto con los cinco municipios de la Cuenca del Sinifaná, le estamos proponiendo al Gobierno que se declare una zona especial minera. Eso requerirá una alta inversión pero a la vez garantizará una minería responsable y sin tan alto riesgo”, explicó.

MEDELLÍN