Santa Fe ganó jugando a media máquina
En 90 minutos Millonarios no generó ni una sola opción clara de gol. Ómar Pérez llegó a 100 anotaciones como profesional.
Lo único que ha hecho Javier Reina en Millonarios es regalarle a Santa Fe el triunfo en el primer clásico de la Liga Postobón de este semestre.
Porque aunque el conjunto cardenal anoche fue mucho más que el embajador, fue gracias a un contragolpe que “montó” el volante vallecaucano que los rojos desequilibraron el marcador.
Cobraba Millonarios un tiro de costado. Sus dos defensas centrales se fueron a buscar el cabezazo, pero Reina, quien llegó como refuerzo pero pasa por un muy mal momento, le regaló la pelota al arquero Camilo Vargas, quien sacó rápido para que Daniel Torres y Sergio Otálvaro armaran la jugada, y Ómar Pérez, el gran capitán albirrojo, marcara el gol 100 de su carrera y le diera los tres puntos a su equipo.
Ahí terminó el clásico, bastante discreto y aburrido para los 12 mil asistentes al estadio El Campín. Porque el equipo de Juan Manuel Lillo no tuvo cómo generar peligro. En 90 minutos apenas inquietó una vez, en una acción en la primera parte en la que Fernando Uribe se demoró para rematar al arco.
Los azules jugaron a no perder. Tal vez el técnico Juan Manuel Lillo, consciente de las limitaciones de su plantilla, prefirió apostarle a mantener el cero y no desgastarse en ataque, porque está claro que la delantera de Millonarios no le hace daño a nadie.
Santa Fe, en cambio, generó peligro cada vez que se lo propuso y, aunque no fue contundente, ratificó que tiene más nómina que su rival de patio y que está armado para pelear el título. Porque incluso jugando mal, ganó bien, sin pasar apuros.
Y el miércoles se pondrá al día en el torneo, cuando visite a Águilas Doradas, en partido aplazado. De ganarlo, asumiría el liderato en compañía del Cali y también el segundo lugar de la reclasificación, detrás de Nacional, lo que le daría cupo a la Copa Libertadores de 2015.